A ti, libro de páginas amarillas,
ese de las tapas gastadas
el que ha sido leído ya mil veces.
A ti, que has pasado
por más historias que las que cuentas,
que has viajado de mano en mano,
tú que has abierto la mente de muchos.
A ti, libro gastado
de tanto mostrar tus maravillas
que nos miras como diciendo lo cansado que estás
pero siempre dispuesto a mostrarnos tu texto.
A ti, libro de hojas maltrechas,
con dedicatorias de años pasados,
leído por anónimos que ya no viven
y por sujetos de años venideros.
A ti, y a nadie más, le escribo estas líneas
por ser la mágica puerta de entrada a otros mundos
y la salida de la rutina.