El árbol se encuentra solo como cualquier otro día, esperando el atardecer que otra vez volverá a llegar como de costumbre, sumido en su pensamiento y viendo como cada hoja, que antes fue de un color verde brillante, hoy ha cambiado a colores dorados, esperando, siempre esperando y preguntándose cuando será el día en que aquellas hojas que ya han empezado a ser menos, caigan al fin por completo, yéndose para siempre con el viento a un viaje infinito, del cual nunca podrán regresar. El mismo viento que amenaza con dejarlo desnudo, le trae susurros de las estrellas, quienes han sido su compañía en la eternidad de su vida, ellas intentan sin resultado sacar al viejo árbol de la soledad infinita que lo embarga, pero a él parece no importarle pues cuando la última hoja haya caído por fin descansará, al fin podrá dejar toda la vana existencia a la cual nunca encontró sentido, para sumergirse en la nada, en el no ser definitivo y así con la caída de su última hoja será libre ~
